Alejandra Marie Costa—¡Por qué, aunque sea tu esposa ya no te amo!Cada una de mis palabras salen por mi boca en automático, sin ninguna duda al respecto, no ocultare lo que pienso para evitar lastimarlo cuando a él jamás le importo hacerlo conmigo.Lo único que me preocupa de todo esto son sus represalias en contra de Richard, espero con paciencia que dirá, con los latidos de mi corazón acelerando, su silencio no me gusta, pero menos cuando comienza a decir completamente sereno.—No, me amas esta bien puedo aceptarlo Alejandra, sin embargo, permanecerás a mi lado te guste o no ¡Queda claro! De lo contrario conoces las consecuencias quien pagara el agravio. Además, te recuerdo que mientras vivas bajo mi techo debes mantenerte lejos de Müller de lo contrario, no me culpes por las decisiones que tome.Jonathan mueve su silla con esfuerzo hacia la puerta, pero luego se detiene como si recordara de repente otra cuestión que discutir.—Ah, puedes continuar estudiando, no tengo ningún prob
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