Capítulo 34 ¡Mi mujer, mis hijos! Arabella llegó apresurada acompañada de Henri Scott al apartamento, lo que vio la asombro, Amelia trataba de calmar a un pequeño niño como de 4 años, que lloraba sin cesar, al parecer el niño se había golpeado en la frente —Amelia ¿Qué paso? ¿Quién es este niño? —le pregunto ella sin saber que hacer —Ara, al fin llegaste, es de mi jefe, me lo dejo al mediodía para cuidarlo y tuve que traerlo, porque él no volvió, estábamos jugando y se cayó Ara, se me cayó, estoy tan asustada —Amelia hablaba sin control Arabella, estaba impresionada, su tan segura y confiada amiga, con un fuerte carácter, estaba allí llorando junto con el niño, ella tampoco sabía qué hacer, así que el que actuó más rápidamente fue Henri Scott —Tómenlo en brazos una de ustedes, Lo llevaremos de inmediato al médico—ambas se quedaron viéndolo — ¡Vamos! ¡Muévanse por favor! —les dijo urgiéndolas Arabella reaccionó, pues se dio cuenta de que Amelia temblaba, pero el niño se resistió
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