Ashley podía sentir cómo sus mejillas se calentaban a medida que la mirada de Alfonso se intensificaba hacia ella. En ese momento, recordó la advertencia de Oliver. Ajustó su postura y enfrentó la situación de manera profesional. Medio segundo después, estaba calmada y apática.— Si hubiera sabido que traerías a Ashley, habría cerrado el trato contigo hace mucho tiempo — dijo Alfonso, sin darse cuenta de lo inapropiado que estaba siendo.Oliver apretó los puños, furioso de que Ashley estuviera siendo tratada tan formalmente, como si la conociera desde hace mucho tiempo. Sus ojos brillaban fríos y profundos. Observó a Alfonso, considerando la posibilidad de cancelar el negocio de inmediato, cuando Ashley dijo:— Recuerde que tratará con Oliver y no conmigo — declaró Ashley sin demora —, solo soy una empleada aquí para ayudar.La expresión de Oliver se volvió serena. Le sonrió, orgulloso.— Sin lugar a dudas — el hombre no parecía ofendido — debo admitir que tú, Oliver White, fuiste muy
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