Los días pasaban y Vanessa seguía sin querer hablar del asunto de Rusia con Nathanael, solo se dedicaba a hacerle las curaciones y cuidar de sus gemelos, ellos eran la adoración de su madre, los niños llenaban la casa de sonrisas, los muy traviesos apenas despertaban salían a buscar a sus padres El Boss se estaba recuperando bastante bien y rápido gracias a los cuidados de su esposa, ya salía de la cama e iba a buscar a sus hijos para jugar con ellos, mes y medio después de que lo hirieron, el mafioso había vuelto al trabajo, ponerse al día le llevaba muchas horas, ese día estaba decidido a tomar al toro por los cuernos, hablaría con su mujer si o sí, está situación tenía que terminarLa noche cayó, el Boss seguía vestido en su costoso traje, salió del despacho hacía su habitación, entró y se sentó en uno de los pequeños sofás de la esquina, Vanessa estaba a punto de ir a la cama, el día con los gemelos era agotador, lo disfrutaba pero terminaba muy cansada— Vanessa, ven aquí, quier
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