Irene.__ Buenos días, postre. - fue lo primero que escuché al abrir los ojos. Los labios de Tej me hicieron reír, a la vez arrugué la cara al por ser despertada. __ Diez minutos, por favor. - rodeó con sus manos mi rostro y se rió.__ Por mí está perfecto. Todo el día si gustas. - siguió besándome como solo él podía hacerlo. - Pero creo que siendo las ocho de la mañana, representaría un problema para tí.__ ¡¿Las ocho?! - me lancé de la cama. Las cortinas estaban cerradas, estaba lloviendo y por ello el ambiente se sentía tan agradable, pero no era hora que estuviera en cama.Escuché la risa de Tej a mi espalda, pero no me detuve, me di una ducha rápida, me vestí y dejé el cabello que se secara al natural. No tenía tiempo. Había citas a las cuales no tendría la hora necesaria para que todo fuera planeado minuciosamente. Fui por Julián pero en su cuna ya no estaba, por lo que al bajar al comedor, no me sorprendió ver a Tej limpiando a mi hijo con una servilleta.Estaba ya bañado, d
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