ROMÁNEl fuerte sonido de mis botas se escucha por la carretera del personal en el barco de un amigo.No hay nadie alrededor y el bullicio habitual en un barco de este tamaño y con el tipo de clientela que le gusta navegar por el Mediterráneo, esto le está costando un buen dinero al propietario.Pero claro, para un hombre que vale miles de millones esto no es más que un problema en el sistema, y lo aprecio muchísimo. Porque desde hace tres meses estos pendejos me han evadido, pero aquí se acaban las vacaciones.Especialmente, cuando el mayor de los Díaz decidió insultar a la esposa del dueño por una partida de póquer perdida.Al principio no sabía quiénes eran, viajar con un pasaporte y un nombre falsos ayudó, pero los hombres borrachos no saben morderse la lengua. Su insulto se convirtió en amenazas y la promesa de hacerle lo mismo que le habían hecho a Joaquín.Gran error. Final de la vida.Eugene Karlson es un amigo. Era un antiguo inversor cuando la empresa se estableció por pri
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