—La noche fue muy larga o así la sentí yo, después de tanto tiempo de incomodidad el pequeño se durmió, al entrar la madrugada su respiración se volvió muy acompasada y aproveché para quitarle la intravenosa, era la primera vez en mi vida que pasaba la noche cuidando de un hombre y no devorándolo, en mi vida había sido siempre atendida, jamás había cuidado a nadie este niño debe de estar muy agradecido cuando se levante. —Apenas amaneció el sol se filtró por la ventana del despacho, no recuerdo en que momento me dormí y que tan profundo fue mi sueño, cuando me desperté no tenía la medicación puesta, una hermosa cobija descansaba en mi cuerpo.— ¡Buen día, bello durmiente! ¿Te sientes mejor?—S.…. Sí, señorita, disculpe las molestias —Ya te dije que no es molestia, en fin, voy a salir a revólver algunos "asuntos" Puedes seguir descansando si deseas o puedo llevarte donde desees.—No, no tengo que trabajar, al levantarme súbitamente, me maree levemente y trastabille, la señorita Swan
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