Ella rompe parte de su atuendo, tiene un cuerpo apetitoso, es cuando ella me muestra sus cicatrices, mi corazón se contrae de la culpa, son poco visible, pero ahí están. Ella me mira con odio y coraje, me siento muy miserable, que lo único que puedo hacer es envolverla con mis brazos, por primera vez lloro de dolor, mis lágrimas caen en su hombro desnudo.—Perdóname, preciosa, juro que ahora todo será diferente, te pido una oportunidad, no puedo vivir más tiempo sin ti. —le abrazo con más fuerza, no quiero soltarla— Nena, te he extrañado mucho, sé que no soy digno de tu perdón, pero aquí tienes a esta bestia rendido a tus pies.—Me heriste, no puedo dormir en paz, tengo odio dentro de mí, me has convertido en esta mujer fría. —ella también está llorando, he derribado sus defensas— Me destruiste poco a poco, estoy seca por dentro, no creo volver a amar a nadie, ahora siento que es tarde.—No, no nena, no digas eso, déjame amarte como de debe. —beso, su hombro—Déjate amar por esta besti
Leer más