53. Capítulo
Tomo el pincel y dejo mi firma. Lo dejo ahí, necesito un respiro. Camino un poco por la terraza para estirar mis extremidades. El sol brilla, pero ya se despide. Admiro su belleza. —¿Tú lo has hecho? Doy un respingo, Nic está aquí, mira asombrado el cuadro. —Nic, es para la universidad. —Tienes un talento admirable, nunca había visto tu trabajo, eres talentosa, mucho —declara acercándose. —Pues gracias. Si notaste que eres tú y yo, ¿no? —le dejo saber, rodeo su cuello y poniéndome en puntillas lo beso. —Lo sé, piccolina, è perfetto, è bellissimo, proprio come te —expresa y me derrito. —¿Por qué tienes que hablarme así, Nic, quieres que me desvanezca? —digo, dándole varios besos. —¡Niccolò, has llegado! —esa voz que ya detesto, vuelve a interrumpir. La armonía se va y solo queda un ambiente denso, me ahogo con su presencia aquí. Ruedo los ojos. —Sí, Giulia. Hace un momento, ¿qué pasa? —Pasa que quiero mirar una peli, con ambos. Digo, si no es una molestia. Igual pueden nega
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