Rosario no consiguió contenerse ante la presencia de Júpiter en su oficina, le pareció muy extraño que un joven con su apariencia y físico bien presentable, se encontrara en el lugar para solicitar una plaza de limpieza, sin embargo no sospecho en el momento la causa verdadera, por la cual se encontraba Júpiter en su oficina. Júpiter de igual manera, aunque su objetivo principal era más que necesario llevarlo a cabo lo más inmediatamente posible, no se negó en su interior el deseo que de pronto creció por Rosario desde la noche anterior, por lo que ese segundo encuentro con ella, ahora en su oficina, provoco que Júpiter dejara su deseo e imaginación a la vista, esos cuerpo llenos de deseo, se entregaron a la pasión en ese mismo instante, Rosario no logro saciar su sed en ese momento, pero conoció una vez más el cuerpo de Júpiter, mismo cuerpo que disfruto la noche anterior, mismas sensaciones que le dejaron ciertas dudas sobre ese segundo encuentro inesperado.— ¡Así que tu nombre es
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