Reaccionando impulsivamente, Karen lo abofetea y le advierte que no vuelva hacer eso, pero se da cuenta que, al decirlo, sus palabras se atascaban en su garganta, tomó a su bebé de la cuna pero Vladimir la detiene.—Karen… perdona… no sé qué es lo que hago, todo esto… me tiene fuera de control —la toma de ambos brazos —Verte con otro hombre… me enferma, me enloquece, aun no acepto esta maldita realidad.—Debes hacerlo. —dijo con firmeza —O jamás podrás continuar con tu vida. —Quiere irse, pero Vladimir no se lo permite —¿Ahora qué?—Te perdí a ti —Karen siente como su corazón se le hace pequeño al ver la fragilidad de Vladimir. —Pero por favor… no te lleves a nuestra hija. Si lo haces… jamás me volverás a ver. Te lo juro por lo más sagrado que tengo, que son ustedes.Karen sintió tanto miedo al escuchar sus palabras que no pudo hablar, totalmente muda, se aferra a su hija mientras besa su frente “Cariño… no quiero perderte, pero tu padre… hija mía, porque la vida es así de cruel”—Es
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