Con el pasar de los días, Karen aceptó su destino y regresó con su esposo haciendo que todos supieran que estaban bien y que habían superado la tormenta, aunque pudiera sonreír, al estar a solas su verdadero rostro se mostraba, un rostro donde no había ni una sonrisa, no había felicidad transmitiendo hacia nadie, su corazón destruido no latía como antes, lleno de vida con ganas de despertar nuevamente, “Solo deseo que mi vida se acabe para acabar con esta farsa”—¡¡Nuera!!Su rostro no radiaba luz, era frio sin ninguna expresión, pero su mascara le ayudaba a persuadir a los demás y así que creyeran que estaba feliz de volver.—Bienvenida nuevamente.—Gracias —mintió —Me alegra volver a casa.—Mis padres me dijeron que este lo envié a construir para sorprenderte —dijo Joseph mientras la abraza —Espero que te guste, aunque no recuerdo que nos hayamos casado, pero te prometo que te daré una luna de miel donde solo estaremos nosotros dos. Lo juro por la vida de mis padres.Los padres de J
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