El dolor en su pecho la quema, es asfixiante, tanto que siente la quema, sabía que era él, no tenia duda alguna de que era Vladimir, la impresión de verlo la dejó paralizada, no podía asimilar lo que estaba pasando.

—Señor.

Sus ojos se encuentran y se miran fijamente. Sostiene su pecho sintiendo las punzadas como si fueran cuchillos filosos al saber que todo lo que conocía de él era una completamente mentira. Sigue sus movimientos, temía por su vida pero estaba acorralada como un pequeño cordero en medio de una jauría de lobos hambrientos.

—¡La mujer es mía! ….

Sus palabras fueron cortadas cuando Vladimir le suelta un golpe en la cara, todos retrocedieron al ver que se acerca al sujeto que estuvo a punto de violar a Karen, ella asustada observa como tenia rota la nariz mientras se queja de dolor.

El levanta una mano y le hace una señal a su mano derecha para que la saque de aquí. Ella se queda perpleja al ver como todos obedecían sin objetar. Siendo arrastrada hacia a otro lugar e