Me quedé mirándo a David extrañada, preguntandome si nos había visto a Maximo y a mi en la cocina, confirmándolo David poco después.— Eres mía, mi mujer, ¿que te estaba haciendo ese? no tuviste bastante anoche, Bianca eres una zorra — me dijo— No soy de tu propiedad, ¿te enteras? y follo con quien yo quiera, tu no eres mi dueño — le griteDavid cogió mis brazos levantándome de la cama acercando su cara a la mía con el semblante muy serio— Todo tu me perteneces, no se te ocurra otra vez porque aunque estés embarazada, no voy a medir mis fuerzas contigo ¿enterada? — me amenazóSe marchó del dormitorio dando un portazo, y yo sonreí pensando en que si flirteaba con Maximo sería la única forma de que se cansara David de mí y me dejara marchar, aunque para mi desgracia no fue así, si no que fue lo contrario, aún se puso mas rudo conmigo. Después de comer, tuve que acompañarlos a un almacén que tenían lleno de cocaína colombiana, mientras estuvieron acordando las condiciones, David no dej
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