Salimos del ascensor cuando se quedó parado y se abrieron las puertas, besándonos como dos adolescentes mientras nos quitabamos la ropa, quedando en pocos segundos desnudos, me cogió con sus manos de mis nalgas subiéndome a su cintura rodeándolo con mis piernas, embriagando todo mi ser con su boca acariciando mi piel mientras se introducía dentro de mí con su miembro haciéndome suya, puse mis manos en su nuca enredando su pelo con mis dedos, estirando de él cada vez con el placer de sus movimientos formando solo uno mientras hacíamos el amor de pie, cayendo rendidos los dos en la cama cuando llegamos los dos al unísono en un precioso y placentero climax. — Necesitaba verte otra vez, me dejaste muy impresionado, por tu belleza, por tu forma de moverte tan sensual, por tu boca tan caliente justo donde se necesita, toda tú eres única — me dijo Jonas — Eres muy amable, me dices cosas maravillosas — dije acariciando su mejilla, juntando nuestros labios después. — Quédate conmigo y te pro
Jonas se acercó al hombre que teníamos enfrente nuestra, alejándose un poco los dos de la mesa donde yo me encontraba. Poco tiempo después y después de hablar los dos, el extraño hombre se marchó sentándose otra vez Jonas en la mesa conmigo.— Vamos a desayunar tranquilamente, por que luego tenemos que marcharnos a Roma, la cita con mi socio se ha adelantado un poco — me dijo muy serioTerminamos de desayunar, marchandonos seguidamente hacia lo ascensores, Jonas introdujo en una ranura una llave poniéndose en marcha el ascensor, mientras subíamos miraba al hombre que tenía a mi lado, guapo, abdomen perfecto y musculado, labios perfilados y muy carnosos, pantalones ajustados marcando su virilidad, y deseable desde la cabeza hasta sus pies.— Andrea, ya hemos llegado — me dijo sacándome de mis pensamientos— Perdón no me habia dado cuenta — respondíEntramos en la habitación y recogimos todo lo que teníamos esparcido por allí, volviendo otra vez al ascensor. Ya en la calle el chofer de
Me fui rápidamente al dormitorio, porque no quería que me viera Dominique aunque no me hubiera importado mucho, ya que también estaba Liam y deseaba echar a los brazos del hombre que amaba, pero temía que David se enterara y me volviera a secuestrar. Distraída con mis pensamientos no me di cuenta que Jonas había entrado en el dormitorio hasta que sentí sus cálidos brazos alrededor de mi cuerpo.— ¿Qué hacían Dominique y Liam aquí? — le pregunté— Dominique ha venido mandado por el cabrón de David y Liam como es su yerno había con su suegro venido por si la discusión terminaba con los puños, supongo — me dijo— He escuchado parte de la conversación, ¿qué le ha pasado a Priscilla? — pregunté— Tuvo una fuerte discusión con Liam, ella se marchó en su coche y tuvo un grave accidente, pero ahora él se siente culpable y está siempre en la clínica cuidando de ella, a tu hijo lo cuida ahora una niñera que ha contratado él, mientras respire esa puta, pero no te preocupes por nada porque sé pe
Ya era el medio día cuando nos marchamos del edificio donde Russo tenía su empresa, subimos a la limusina dando la orden Jonas al chofer para que nos llevara a uno de sus restaurantes, dejándome perpleja cuando lo escuche.El chofer paró casi una hora más tarde en el parking de uno de los restaurantes, nos abrió las puerta ayudandome Jonas a bajar. Nada más entrar en el local, el maitre lo saludó como si se conocieran de siempre haciendo que lo acompañaramos a un comedor privado, al llegar, Jonas me abrió la silla como buen caballero para que me sentara, sentándose él en otra silla al lado mio.— Espero que Russo me ayude a volver con mi hijo y meta a David y a Dominique entre rejas — le dije— Espera que nos sirvan la comida y hablamos, aunque el comedor sea privado aquí en Roma no te puedes fiar de nadie y como ya te dije que, entre ladrones no hay honor — me dijo Jonas.El camarero nos trajo una botella de vino, puso un poco en un vaso ofreciendoselo a Jonas, cuando lo probo y dio
Jonas se iba por las mañanas sin darme explicaciones de dónde iba y regresaba por las noches, dejándome siempre a dos de sus guardaespaldas vigilando la casa,Pero dos días después cuando llegó a la casa no vino solo, Jonas entró sonriente y cuando se echó a un lado pude ver a Liam detrás de él, el plato que llevaba en la mano se me resbaló cayendo al suelo haciéndose añicos, pero no me importo. Corrí hasta los brazos de Liam, dejándonos solos Jonas,Liam y yo juntamos nuestros labios apretando nuestras bocas mientras se comían, cuando ya no nos quedaba oxígeno nos separamos un poco abrazandome él y poniendo mi cabeza en su pecho nos sentamos en el sofá.— Cuando me ha dicho Jonas que estabas en Nueva York no me lo podía creer, Andrea mi amor, te echo tanto de menos cariño — me dijo Liam— Yo también te he echado de menos Liam, ¿cómo está nuestro hijo? — pregunté— Está muy bien, gracias a un inspector de policía amigo mío que lo encontró en una especie de tratas de niños, ahora nuest
Mi abogado me dio los documentos que sacó de su carpeta para que lo leyera, pero cuando empecé a leerlos, me quedé atónita sin comprender lo que estaba leyendo. Me quedé mirándolo muy extrañada, moviendo él la cabeza mirándome muy serio— Esto no puede ser ¿verdad? Liam no me haría esto — le pregunté— Es lo que él quiere Andrea, estuvimos hablando en mi despacho y me lo dejo todo muy claro — contestó— No, se que Dominique lo habrá obligado a exigir esto, no puede quitarme a mi hijo, no lo admito — respondí cayendo unas lágrimas por mis mejillas— Lo siento, pero no titubeo Liam cuando me hizo hacer este documento, Andrea tu no tienes nada y tu hijo con su padre lo tendría todo, piensatelo — me dijoMe levanté de la silla mirando a mi abogado sin comprender nada, Liam quería que le diera toda la custodia de nuestro hijo, me puse las manos en la cabeza moviéndola negativamente, diciendo que no podía ser, tenía que hablar con él, no podía creérmelo. Me volví a sentar enfrente de mi abo
Liam se quedó muy abatido con la confesión que nos hizo Jonas, le acaricie la cabeza con mi mano intentando besarlo en la mejilla, se quitó las manos de la cara mirándonos los dos, sus preciosos ojos hicieron que recorrieran por mi espalda un alo deseo, acercó sus labios a los míos, besándonos con pasión. — Bueno os dejo solos, creo que teneis mucho de qué hablar y Liam si me necesitas, sabes que os ayudare en todo lo que este en mi mano — nos dijo Jonas marchándose del dormitorio — Bianca yo, no sé qué decir amor mío, si no que lo siento, siento lo que has sufrido cuando el abogado te ha dado la noticia, yo no sé en que estaba pensando, perdoname por favor — me dijo — Olvidalo Liam, tenemos que pensar ahora, en que vamos a hacer, nuestro hijo nos necesita a los dos y yo ahora te necesito a ti — le respondí Nos tumbamos los dos encima de la cama besandonos como si no hubiera un mañana, Liam acaricio mi cuello con sus dedos, besandome despues, introdujo su mano por dentro de mi jers
Fui abriendo los ojos poco a poco habituando a la luz que había, cuando por fin ya pude ver bien, me di cuenta de que me encontraba en una habitación de hospital, espere para ver si entraba alguien viendo poco después a un hombre con bata blanca acompañado de dos mujeres vestidas también con la bata blanca — ¿Cómo se encuentra? La trajo la ambulancia en muy mal estado a la clínica — me dijo el doctor — Me duele todo doctor — respondí — Andrea la policía está esperando en la sala para interrogarla, ¿se siente con fuerzas para responderles? — me preguntó — De acuerdo, dígales que pasen, aunque me duele mucho la cabeza — respondí — Ahora le pondrá la enfermera un calmante, esté tranquila — contestó La policía entró en la habitación acercándose hasta la cama donde yo me encontraba — Buenas señorita, soy el inspector Smith, queremos hacerle varias preguntas ¿se siente con fuerza para responderlas? — me preguntó — ¿Qué desean saber? aunque no me acuerdo muy bien que me pasó — cont