Por fin he terminado mis deberes, pero me ha costado tanto trabajo que apenas perdía la concentración, tenía que pegar mi frente a la libera, respirar hondo y tranquilizarme. Para relajarme, me he ido a la sala a ver tele, en mi regazo se encuentra pastelito durmiendo, pero este se despierta repentinamente, se baja y sale corriendo hacia la puerta, soltando chillidos y gemidos de desesperación. Le miro por encima de mi hombro y veo que la puerta se abre, revelando a un Derek de treinta años, con expresión seria y cansada, su cuerpo se nota tenso. No puedo apartar la vista de él, recordando las imágenes que vi hace rato.—¿Sucede algo?Se acerca a mí y se sienta a mi lado. Enseguida subo los pies al sillón y lo contemplo con detenimiento, observando cada parte de su cuerpo y rostro, él arquea la ceja mientras se afloja su cortaba, luego se quita sus gemelos y los pone sobre la mesita de centro, separa un poco su torso del sofá y se quita el saco, colocándolo sobre el respaldo, se arrem
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