Mis nervios se ponen a flor de piel, mientras veo a lo lejos la luz de la fogata, siguiendo de forma temblorosa a Iván dentro del bosque.—¿No estamos yendo demasiado al interior? —pregunto evidentemente nerviosa.—Tranquila, estás conmigo, no debes temer. Además, no creo que quieras que los demás vean tu bonito pantalón que no cierra —me molesta Iván.—Eres un tonto —me quejo molesta.Estamos entrando bastante profundo entre los árboles, lo cual en si no es un problema, pero si me hace sentir un poco nerviosa, ya que está bastante obscuro, y aunque suene tonto… Tengo miedo de perderme…Estoy perdida en mis pensamientos, así que cuando Iván me toma de la cintura, poniendo mi cuerpo contra el tronco de uno de los árboles, no puedo evitar soltar un gemido de sorpresa, sintiendo sus labios contra los míos de una forma algo repentina.Es la primera vez que hago algo como esto, tener sexo al aire libre, así que no puedo evitar estar algo más tensa y torpe de lo habitual, poniendo mis man
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