Elizabeth MorganApenas se va, Christian, entran mis hijos a la casa en compañía de Jean Carlo y Amanda quien finalmente comprendió que entre su esposo y yo no hay más que una hermosa amistad.Abrazo a mis amigos y los invito a cenar, estoy feliz de haberme librado de una vez por todas del toxico de mi ex cuñado, no puedo creer lo mala persona que es, gracias a Dios mi esposo murió sin ver en la clase de cerdo que se convirtió.Por fin todos sonreímos en la mesa, por fin siento algo de paz, pero no puedo descuidar nada, solo porque Christian no este, hay muchas porquerías como el dentro de la empresa, aun el tiene aliados dentro, por lo que debo seguir alerta.Sin embargo después de una hora, me doy cuenta de que hay una persona que no sonríe, hablare con el después, medito, mi hija comienza a mandar mensajes por teléfono y sonríe, no tengo ni que preguntar con quien, la miro fijamente, hasta que se da cuenta que la estoy observando y guarda el teléfono apenada uniéndose de nuevo a la
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