—¿Estás todavía con Catrina? Esa mujer no te la va a poner fácil —agregó un Freed.—Acabo de salir del apartamento.—¿Cómo la dejaste?—Ella está bien, necesito un trago, te espero en el club.Lindsey estaba pendiente de su esposo, no ha llegado, se durmió un rato, hasta que se despertó pensando en él, al ver su lado vacío se levantó y bajó a la cocina, abrió la nevera, sacó una jarra y se sirvió en un vaso agua, no sintió cuando alguien entraba a la casa.Kyle la vio ahí en la cocina con un pijama de dos piezas, camisa de tirante y short, mostrando su hermosa figura, se acercó inmediatamente, su cabeza estaba hecha un caos, sin contar los vasos de whisky que se había tomado mientras conversaba con Freed, ella era su calmante, se la quería comer allí enterita.Lindsey ponía un vaso en el fregadero, cuando sintió unos brazos fuertes y posesivos abrazándola por detrás, ella se sobresaltó, pero antes de gritar le susurraron al oído.—Tranquila muñequita, soy yo, ¿Por qué estás despierta?
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