Alexa se puso a reír al verme celoso, no quería dejarla ni loco e iba a parecer piojo pegado al pelo, pensaba seguirla en cada vuelta que diera. — Muy bien, después no salgas pegando cuatro gritos — ella se levantó — es hora de ir a trabajar, apresúrate en desayunar y deja los platos en el fregadero. Nosotros salimos de casa y la jornada en el restaurante fue exactamente la misma, me encontraba en la oficina de papá cuando Alexa entró y justo en ese momento mi celular sonó. — Disculpa, tengo que atender está llamada — miré que era Lena — puedes tomar asiento, no voy a demorar demasiado. Alexa se sentó con tranquilidad y se puso a revisar su celular, atendí la llamada delante de ella y fingí sorpresa para que no sospechara nada. — Hola Lena, que sorpresa escucharte — sonreí con naturalidad — dime para qué me hablas, ¿Cómo te va en el hotel? — Supongo que no estás solo — le respondí de forma positiva — muy bien, hablé con mi mamá y ella me dió algunos consejos que me ayudaron much
Leer más