Corazón en Custodia. Capítulo 37: Sin anestesia
Para Steve que le digan «compra todo lo dulce que veas» es tan literal como «ve por pollo». Y, aunque hay cosas que sabe a Sandy no le gustarán, por lo que las deja de lado, de las que sí le lleva muchísimas. Al llegar a la caja, la gente lo mira con rareza, mientras que el chico se ríe. —El cumpleaños de su hijo estará de lujo —Steve da un respingo y niega. —¡Oh, no! Yo no tengo hijos, esto es para complacer a mis suegros y mi novia, nada más. —Al menos hay una cosa segura, si no los complace, seguro les da diabetes. Le empacan todo en grandes bolsas y se va a casa, pensando en eso de ser padre. No es algo que hubiese pensando antes, porque su vida ni siquiera admitía la posibilidad de tener una sola mujer en ella, pero ahora que ha sentado cabeza y que Sandy es la indicada, sonríe al imaginarse un pequeño por allí corriendo. —Te ruego, Diosito, por favorcito… no dejes que me salgan niñas o pagaré mis pecados con colon irritable y las
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