Lucía se detuvo por un momento y dijo con indiferencia: "No es nada."Ánsar se sintió extrañado y tuvo ganas de hacerle algunas preguntas, pero se contuvo y solo pudo observar disimuladamente el rostro de su hija.Sin embargo, ella parecía realmente tranquila.Ánsar se mordió los labios y sonrió suavemente, diciendo: "Oh, está bien, no es nada... Ya casi es mediodía, ¿por qué no los invito a comer? Así, Emilio y yo también podremos charlar un poco más, jeje...""¿Qué les gustaría comer?" preguntó amablemente a Lucía, "Lucía, ¡tú decides!""No, gracias." Lucía vaciló un momento y lo miró, "Quiero ir a buscar a Polo, no ha estado en casa desde temprano en la mañana y todavía no lo he visto.""¿Qué?" El rostro de Ánsar cambió, "¿No ha pasado la noche en casa?""No, se fue temprano" dijo Lucía en voz baja."¡Bien, seguro que no se atreverá a hacerlo!" Ánsar se sintió poderoso, "Lucía, si en el futuro se atreve a no volver a casa por la noche, solo tienes que decírmelo, ¡iré y...!""Preside
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