Llegaron al jardín y se sentaron en la mesa junto a la piscina, Alejandro pese a que estaba despechado, notó que algo sucedía con su amigo; José Ignacio parecía andar de mal humor, además estaba muy callado y pensativo con la mirada hacia la nada.—¿Qué te está pasando José Ignacio?—¿Por qué lo preguntas?—Tienes una cara, la misma que tenía yo cuando Mariana me dejó plantado en el altar. —Jose Ignacio se quedó callado, Alejandro se inclinó hacia él y con tono de complicidad de dijo:—Es por una hembra que estás así, lo sé porque escuché a Braulio referirse a ella. —José Ignacio volteó y lo miró a los ojos, deseó soltar de una que se trataba de Mariana.—¿Qué escuchaste exactamente?—Lo que dijo tu papá, se refirió a ella de forma despectiva, prefiero no repetir sus palabras. —Están equivocados, es una buena mujer, cometió un error conmigo, eso no la hace mala; pero mi familia no lo entiende.—Lo mismo me está pasando con mi familia, acusan a Mariana porque huyó de la iglesia; lo t
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