¡Ea Ave María! ¡Por Dios bendito! Eso fue ir por lana y salir trasquilada, ni más ni menos. Fui a tentar y poner caliente a mi Chocolate, la que salió abatida, fui yo. Sí, este hombre era fuego puro. Y yo tan necesitada… han sido nueve meses sin disfrutar de mi cuerpo, mi último amante hace tiempo se fue de viaje. Además, no me traje un vibrador para darme cariño, pero con lo que toqué, ¿quién desea un juguete?Amira, Amira camina como el cangrejo, por favor regresa a tu cuarto. No te muestres tan necesitada. El dedo también ayudaría un poco… Eso era, retrocede… Ese Chocolate caliente te lo bebes otro día. Usted vuelva a ser una dama, necesitada, pero te sacias otro día.Me encerré en el cuarto, Pomelo labró, levantó su cabeza y volvió a acomodarse en la cama. Tocó bañarse de nuevo. La sensación de deseo no se fue, esa seguía prendada a mí, cada segundo revivía la sensualidad con la que Yasar se saboreó mi humedad.Era extraño, deseo tener satisfacción, pero no dada por mí, sino por é
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