—¿Marlon vienes a cenar? —No señora Laura, tengo que trabajar, regreso muy tarde. —Pero hijo, siempre dices lo mismo, ya tienes cinco meses exactamente desde que se fue Fernanda, cenas muy poco, a veces ni almuerzas, te vas a enfermar. —No se preocupe yo como por allí. —Me preocupa tu salud. —Señora Laura, anoche soñé con Fernanda, bueno yo siempre sueño con ella, pero anoche fue muy raro, me desperté muy angustiado, creo que a Fernanda le pasa algo. —¿Qué soñaste? —La ví bajo un charco de sangre, ella estaba como dormida o desmayada, no sé, después la vi en un hospital y a su lado en una cuna pequeña estaba un niño, yo me acerco a la cuna, el niño me sonríe y me estira sus bracitos para que lo cargue, luego veo a un hombre con una bata blanca como de doctor tomándole la mano a Fernanda y ella le sonreía. —Qué sueño tan raro. —Señora Laura, ¿usted no sabe nada de ella, Fernanda no la ha llamado? —No hijo, no sé nada. —Será qu
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