No quiero decir nada, paso de Aníbal a Patricia. Falta una hora para llegar a San Antonio, ya nos están esperando, helicóptero, ambulancias y los carros que Any nos envió. El Patrón ha pasado al pie de la camilla de su amigo, un hombre que he admirado por su tenacidad al ser el líder de un cartel y tener una segunda vida tan exitosa en las dos caras.Verlo con su rostro inexpresivo, pero sus ojos húmedos, conteniendo las ganas de llorar. Inés, por otro lado, se ha sentado al pie de la cabeza vendada de su hijo con su rosario, la he visto que termina de contar esas pepitas y vuelve a contarlas, la veo llorar.Soy un hombre de ciencia, me expreso de Él porque mi madre solía abogarle, crecí con eso, pero no soy devoto, no voy a misa, no practico ninguna religión, eso sí, respeto la fe en quién la tenga.Lo sorprendente era ver la faceta del Patrón siendo humano, hoy no era un jefe como lo he visto desde que lo conozco, ahora más que nunca me enorgullece pertenecer a este grupo de amigos
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