—Alfred he pagado muy caro lo que les hice a mis hijas. No estuve consiente del daño tan severo que les hice al dejarla a la buena de Dios, sumidas entre tantas carencias ¡Santo cielo! —exclama Melissa atormentada. —No se torture más señora, al menos ahora le puede ofrecer, lo que no pudo antes—la consuela Alfred. —Ni con todo el dinero del mundo, podré pagar el daño, que les hice a mis propias hijas, estoy pagando muy caro mi error. Mis hijas jamás me los perdonaran, en especial Victoria, quien fue la que llevo sobre sus hombros el cuidado de Hannah. —Señora Melissa, le sugiero que se tranquilice, ya dentro de poco viene Victoria, para lo de su transformación, no es conveniente que la vea así en ese estado. Puede sospechar que algo no está bien—le advierte. —Tienes razón mi hija es muy lista, es tan hermosa, me recuerda a mi cuando tenía 20 años. A pesar de todo tuvo un destino mejor que el mío, al menos no se embarazo siendo tan joven ¿Alfred, que haré ahora con Zack? No podré oc
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