No se queda allí parado sale corriendo y se va en otro auto hasta la mansión, no puede permitir que Victoria se aparte de él, a este punto no concibe vivir sin ella. Aun no pone en una balanza a la aventura y al afecto. Tiene que pensar bien, que es lo que quiere, no es justo ni para él, ni para Victoria.

Tiempo después entra a la sala de su casa y allí estaba ella perfectamente arreglada con lágrimas en los ojos, musita despacio:

—Vicky ¿Podemos hablar? —ella lo mira triste y le dice:

—Dime Jeremy.

—No sé cómo empezar.

—Solo deja que tu corazón hable por Dios. Allí están las respuestas que busco.

—Cariño, te prometo que, de ahora en adelante no más mujeres extras en mi vida, no más aventuras y mucho menos caprichos. Me centraré en ser feliz contigo y en amarte como te lo mereces.

—Me lo juras.

—Te lo juro—mientras jura, cruzas los dedos a sus espaldas. Ja, ja, ja.

—Lo que más quiero es amarte, con plena confianza y libertad—se le acerca y pega su frente junto con la de él.

J