Después de la curiosidad que había despertado Victoria en ella, Melissa decide contratar a un detective privado para que indague a profundidad en la vida de las hermanas Tucson. Llama percatándose que no haya nadie a su alrededor que la espié.

—Aló, buenas tarde señor Walter.

—Sí, buenas tardes señora Holwes.

—Ya le envié toda la información, para qué investigue y me tenga respuesta lo más pronto posible, pagaré lo que sea necesario, para que la investigación no demore demasiado.

—Descuide en tres días tendrá noticias mías.

—Las estaré esperando—cuelga rápidamente y en eso entra su esposo Zachary, quien escuchó solo el final de su conversación y le dice:

—¿Qué estarás esperando querida? —la mira con suspicacia.

—Nada cariño, es un asunto de la fundación.

—¿Estás segura, que es de la fundación?

—Claro que si lo es Zack, cuando te he mentido.

—Perdón querida, yo atormentándote con preguntas, cuando ayer casi se te un infarto. Lo siento amor—recapacita su esposo y toma una post