Una vez en la habitación, cerré la puerta y me llevé las manos a la cabeza.¿Que carajos fué lo que firme?, ¿Acaso ese contrato me convierte en la amante de ese hombre?, O peor, en su prostituta, porque si me va a pagar para que lo atienda solo a él y eso incluye todo tipo de "atenciones", la palabra amante pareciera un eufemismo.-No, no, no y no-Me dije a mi misma.Después de haberme negado tanto en mi anterior empleo, no puedo caer tan fácilmente en este... Aunque si comparo a Salvatore con los clientes que frecuentaban el bar, la diferencia es kilométrica, pero igual no me creo capaz de dormir con el, y menos, estando bajo el mismo techo que Elena, sería muy descarado de mi parte, sin importar las libertades que ella se toma, ese asunto es entre ellos dos.No entiendo en que momento todo se complicó tanto, no llevo ni dos meses trabajando en está casa y ya me he metido en demasiados problemas, demasiadisimos...Y lo increíble es, que después de leer esa última parte del contrato no
Leer más