Dos semanas, dos semanas han pasado desde que Noah vio a Emily en esa posición con Leo, en donde ambos de una u otra manera, están destruidos, tanto por dentro, como por fuera. Noah no ha querido verla, aunque ella ha intentado buscarla en más de una ocasión, pero para él simplemente ella está muerta. Noah bebe otra copa, esta vez, pegó más duro el engaño. —¿Sigues aquí? —dice Lucas, entrando a la oficina. —Sí, ¿A dónde más iría? —A tu casa, con tu hijo. Noah no puedes pasarte toda la vida en este lugar, tienes que ir a tu casa, debes verlo. —Él está bien, tiene como cuatro o cinco niñeras. Así que no estoy haciendo las cosas mal, no vengas con tu sermón de todos los días. —¡Ya no más Noah! es suficiente con tus cosas deprimentes, habla con ella, ha intentado buscarte ¿no crees que es por algo? —Lo que quiere es intentar no salir mal librada de todo esto, nada más. ¿le enviaste la copia del divorcio? —Sí, ella no lo ha devuelto. Supongo que hoy me pondré en contacto con ella.
Leer más