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Todos los capítulos de Casada con el millonario: Capítulo 161 - Capítulo 170
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CAPÍTULO 92
Un mes después Me miro en el espejo de la habitación y no puedo creer lo que está sucediendo. Dentro de unos minutos me caso con el amor de mi vida, han pasado varias semanas en las que con su ayuda preparamos una íntima ceremonia en la terraza del Penthouse. Desde el día en que me mude definitivamente a el departamento de Massimo comenzó a decir que quería que planificáramos nuestra boda y así fue. Sin embargo, no todo ha sido fácil. Entre los preparativos de nuestra boda y ayudar a Lissa con los suyos ha sido demandante, pero estoy feliz porque ambas tenemos lo que queremos para nuestros respectivos días —Es hora de que te pongas el vestido—dice la esposa de mi tío Jesse. Mi familia está aquí para mí y eso me hace feliz. Veo cómo termina de darle volumen a mi cabello corto y acomoda la diadema de perlas que fue un regalo de mi abuela. Me levanto y me meto al baño para ponerme el vestido que escogí Mi búsqueda había sido lenta ya que ningún vestido me hacía decidirme hasta que e
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CAPÍTULO 93
Dos años despuésMe remuevo en la cama cuando unos labios me despiertan al repartir besos en mi cuello y a pesar de la opresión de mi corazón sonrió sin abrir los ojos.—Venga amore mío. Es hora de levantarse—dice mi esposo. Lentamente abro los ojos y lo veo sentado en la orilla de la cama. Lleva pantalones de deporte y su cabello oscuro esta húmedo después de la ducha—¿Saliste? —le pregunto y él sonríe. Pero sé que está calibrando mí estado de animo—Hice ejerció—Responde—Pensé que ya estarías lista para el trabajo—miro la hora en el reloj despertador—¡Mierda! —digo pateando las sábanas y caminando hasta el baño cuando una mano me detiene y mi marido me voltea hasta quedar frente a mi—¿Estas bien? —pregunta y asiento antes de lanzarme a sus labios para besarle. Quiero transmitirle mi amor con el beso y cuando nos lleva a la cama me suelto sonriendo genuinamente—Lo siento cielo. pero tengo mucho trabajo y cosas pendientes—él gruñe frustrado—Es muy tarde—me mira un momento mientras
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CAPÍTULO 94
Massimo está distraído y sumido en un extraño silencio mientras vamos camino al casino, y por primera vez agradezco ese silencio ya que no puedo dejar de pensar en la nota que encontré en su billetera esta mañana.La camioneta se detiene y baja para después tenderme la mano y ayudarme a bajar, veo a varias personas que están en la entrada del casino.—No sé si me agrade como te miran algunos—dice Massimo a mi lado mientras avanzamos hasta adentro con mi brazo entrelazado al de él—Siento que quieren ver lo que hay debajoLe doy una sonrisa, porque cuando me vio con el vestido no le hizo mucha gracia. Era un vestido de fiesta rojo corte sirena ajustado hasta las rodillas, desde donde partía una falda con un discreto vuelo. Era atrevido y seductor confeccionado en lentejuelas, con un pronunciado escote en «V», tanto delantero como trasero. El cabello lo había domado en un recogido sexi.—Cariño. Solo tú sabes lo que hay debajo de este vestido—le guiño—¿Qué hay para esta noche?—Tenemos u
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CAPÍTULO 95
Massimo estaciona el auto frente a la hermosa villa de Lissa y Conté, donde vamos a celebrar una barbacoa en honor a Ilyana. Anoche fue un éxito y me divertí con mi amiga como no lo hacía hace mucho.Sin embargo, hoy no puedo dejar de pensar en la cita que Massimo tiene esta tarde. Me carcome imaginarlo engañándome. Cundo le conté a Lissa su reacción fue de incredulidad. Salgo del auto y abro la puerta de atrás para sacar mi obsequio.No sin dejar de comerme con los ojos a mi esposo que hoy se ve caliente con su polera blanca Ralph Lauren que marca su glorioso cuerpo, jeans ajustados y zapatillas blancas. Por mi parte me había puesto una camiseta y pantalones negros, estos últimos rasgados en las rodillas, una chaqueta blanca y botas timberlandCaminamos hasta la entrada y rodeamos la casa hasta el jardín trasero y allí encontramos a todos. Marcelo, Cristal junto a su esposo, los padres de Massimo y algunas personas que Lissa había conocido con el pasar de los años, las cuales tenían
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CAPÍTULO 96
—A ver Aurora—Comienza mi doctora mientas revisa algunas cosas en mi expediente —tenemos que realizar algunos nuevos exámenes—asientoEstamos en la clínica de fertilidad para saber cuál es el próximo paso. Massimo a mi lado solo está en silencio y juega con el brazalete de mi muñeca. La doctora Cabano hace algunas anotaciones antes de levantar su oscura mirada hacia nosotros—La inseminación intracervical no resulto como esperábamos—dice frunciendo un poco el ceño—Realizaremos un nuevo chequeo e intentaremos con la inseminación intrauterina si están de acuerdo—¿Qué tan diferente es este procedimiento al anterior? —pregunta mi esposo enderezándose en su silla—Recordemos que el anterior procedimiento era menos invasivo. Colocamos los espermatozoides en el cuello uterino, esperando que estos fluyeran naturalmente por el útero y las trompas de Falopio, para así fecundar al óvulo, y lograr el embarazo.—Pero no sucedió— digo lo obvio mostrando mi descontento y la doctora solo me da una s
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CAPÍTULO 97
Abro los ojos lentamente. Veo que las cortinas de la habitación están corridas y tengo a Massimo envuelto a mi alrededor.Desde ayer. Después de la visita a la doctora solo se ha dedicado a cuidar de mí, después de desvestirnos nos metió a la cama y nos quedamos abrazados hasta que el sueño me venció. Me doy la vuelta entre sus brazos y lo miro dormir.Me quedo mirándolo y no puedo evitar que mis ojos se llenen de lágrimas. El terror que siento amenaza con ahogarme.Mi vida está a punto de cambiar, la familia que soñé se puede ir al traste en cualquier momento.Los brazos de Massimo se aprietan a mi alrededor antes de dejar un beso en mi frente aún sin abrir sus ojos—Todo va a salir bien—dice en voz baja—Vamos a estar bien—abre sus ojos y me mira con intensidad—Estoy muy asustada—susurro La última vez que me hice el chequeo todo estaba en orden y ahora esto—El lunes iremos a que veas al doctor—asiento—¿Qué haremos si tengo cáncer otra vez Massimo? —pregunto. Su agarre se aprieta m
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CAPÍTULO 98
Es el día.Solo ruego que esto pase y no oscurezca nuestra vida.Camino de la mano de Massimo hasta la entrada de la clínica.Esta mañana ha sido algo tensa.Massimo me ha dado mi espacio y lo agradezco, ayer en la tarde cuando llegamos a nuestra casa cada uno se sumió en sus pensamientos.Sin embargo, a la hora de dormir nos abrazamos y dormimos enroscados uno sobre el otro, no había palabras. Hoy era el día y los nervios me estaban jugando una mala pasada.—Estas muy fría cielo—murmura antes de tomar asiento en la pequeña sala de espera.—Solo necesitó que esto acabe—digo en tono bajo. Cuando la enfermera nos dice que podemos pasar las piernas no me responden y mi cuerpo tiembla—Es hora—Massimo me ayuda a por ponerme de pie y me mira atentamente—Pase lo que pase sabes que te amo—Yo también—digo con voz temblorosa. Entramos a la consulta y tomamos asiento para esperar al doctor, mientras esperamos me entretengo alisando mi vestido de día suelto hasta las rodillas rosa, llevo bailar
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CAPÍTULO 99
—¿Cómo que decidiste suspender la cita con la doctora Cabano? —me pregunta incrédulo Massimo dejando caer su cubierto.Estamos cenado en casa después de un día largo de trabajo. Hace dos días me dieron la buena noticia de que no tenía cáncer y que solo había sido una pesadilla.Después de eso reservamos una cita con la doctora Cabano para el principio de la semana, pero después de pensar un poco en todo lo que hemos pasado durante este último año decidí poner al bebé en espera, por el bien de mi salud mental y de mi matrimonio—Escúchame cariño— digo dejando a un lado mi copa de vino— después de todo lo ocurrido me di cuenta que nos estoy presionando para poder tener una familia—Ya somos una familia— me corta y suspiro.Está molesto—Sabes lo que quiero decir. Solo quiero que disfrutemos de lo que tenemos— me inclino de lado en la barra de la cocina y lo miro detenidamente un momento— Te amo cariño ¿Es difícil entender que quiero tiempo con mi esposo?— ¿Estas completamente segura de
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CAPÍTULO 100
—¡Que idiota! —digo tirando de mala manera mi bolso en el escritorio de mi oficina—¿Estás bien? —pregunta Cristal entrando en mi oficina—No. Massimo es un asno cuando puede—resoplo—Se cabreo porque un tipo en el Gim me pidió una cita—digo sentándome en mi silla frente al escritorio.Miro a Cristal y ella arquea su ceja.—No me veas así—la señalo—sabes que nunca le haría una trastada a mi marido—Eso lo es tonta—dice poniendo los ojos en blanco y se deja caer en el sofá más cercano—Los hombres son hombres—No es justificación para que se enoje conmigo como si yo me hubiera puesto frente a tipo y le hubiera dicho; ¡Hey lindo! ¿sales conmigo? —Mi amiga ríe—Ya. No quiero hablar de eso—digo haciendo un gesto con mi mano—necesito que hoy te ocupes en la mañana de la tienda junto a Marcelo. Tengo que revisar algunas cosas y tratar de poner en orden mis cuentas—digo abriendo mi portátil y encendiéndola—Como digas jefa—me hace un saludo militar mientras se pone de pie y me arranca una risa.
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CAPÍTULO 101
—Massimo ¿celoso? —Lissa me mira sorprendida—Le dijiste que te trajo un delicioso postre—Cállate—la miro de mala manera.Lissa tenía que hacer algunas cosas y decidió pasar a visitarme, así que le conté el par de incidentes. Era viernes y los chicos se habían ido a preparar para la inauguración del restaurante que sería esta noche—¿Que? —Dice con fingida inocencia—Cristal los alabo toda la semana—resoplo.Miro alrededor de la tienda y veo a Ilyana—Tu hija va acabar con mi negocio—digo apuntando a Ilyana que tiene una figura de cristal en sus manos—¡No! —Grita mi amiga corriendo hasta ella y quitándoselo de las manos—¿No toca? —Pregunta con su carita de querubín—No mi amor. No se toca—la toma en brazos y llega hasta mi—Porque nos las invito a tomar un helado —digo y nos ganamos un chillido de la niña— ¿Chocolate? —Pregunto y rio al verla tan felizCerramos la tienda y con aun tiempo para la cita de esta noche.Caminamos unas cuadras y llegamos a la heladería y pedimos nuestros h
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