—Señorita Ortega, recuerde que es importante hablar con el psicólogo, él le dará el tratamiento oportuno —dijo la doctora Stevenson.Pero Naia evadió su mirada, sólo se limitó a mirar sus manos unidas, sintiéndose muy tonta por lo que había sucedido. Estaba más preocupada por el mal momento que le había hecho vivir a Matthew, que por lo que la mujer mayor le estaba diciendo en este momento.Al ver que la paciente no respondía, la médica prosiguió:—Usted continúa evadiendo algunas preguntas y es importante hablar, en especial cuando se han experimentado situaciones de violencia y abuso.— ¿Usted le dijo algo sobre mí a Matthew? —preguntó en un hilo de voz.—Como su acompañante y responsable le comenté la situación desde el punto de vista médico. ¿Por qué me hace esa pregunta?, ¿No confía en él?, ¿teme que la lastime?Naia meneó la cabeza ante todas esas preguntas.—Él es bueno, pero... pero...—Entiendo, aún no confía en él.—No es que no confíe, es que me avergüenza mi situación. No
Leer más