La vida no era triste para todos, en París, Tony trataba de rehacer su vida, sus padres le ocultaban lo que llegaba a sus oídos sobre la vida de Karo, querían que fuera feliz con la chica que había conocido.Tony se esmeraba en conquistar a la chica, pero siempre intervenía la francesa, ese día durante una función de cine, Bry se atrevió a besarlo, él no se lo esperaba, pero le agradó enormemente, había válido la pena ser paciente, desde que la conoció la chica se había vuelto su complemento, todo el tiempo estaban juntos, poco después le pidió que fuera su esposa, no quería esperar, quería formar una familia, solo esperaba que ella no se asustara por la prisa, la invitó a cenar, en medio del jardín del lugar había un pequeño lago, a ella le llamó la atención que estaba rodeado por pequeñas velas.—Mira, vamos a ver, tiene cientos de velas. —Dijo cuando el lago llamó su atención.—Cuando terminemos de cenar iremos. —Le contestó con una sonrisa, Tony era un caballero en toda la extensi
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