56. La punta del icberg
Juls—En mi familia es normal que los primos segundos o, en algunos casos, primos cercanos, lleven una relación. Eso, según nuestros padres, ayuda a mantener vivo el apellido de la familia, por lo que empezar a hablar con ella, y luego de unos dos meses haber iniciado una especie de relación a distancia no era nada raro.Por alguna razón oírlo hablar de estar en una relación con alguien más hace que una sensación amarga y extraña se forme en la boca de mi estómago. Una que tontamente debo admitir se llama celos.Y Dios amado, se que no debería tenerlos y mucho menos por alguien que lógicamente ya no está con él y parece haberle causado mucho daño, pero lo hago.—Oh, ya veo.— Alcanzo a decir y me siento como una completa idiota cuando lo hago.Sin embargo, él no parece notar mi pequeña crisis, o decide ignorarla, lo cuál agradezco, porque en lugar de decir algo al respecto continúa contándome de ella.—Las cosas funcionaron bien los primeros meses por internet, le hablé, como un tonto
Leer más