Caminaron durante tantas horas, los pies de Noemí ardía. Pero a pesar de eso, tenían que escapar punta si se quedaban quietos, los demás le seguirían los pasos. No debía ocurrir algo así, puesto que sus vidas dependían de un hilo. Líos, nunca hubiera imaginado que ambas especies se hubieran unido para poder cazarlos.Era bien sabido, que los vampiros habían hecho una tregua de Paz hace muchos años atrás. Al parecer, no les había alcanzado para sus planes siniestros. Miró hacia atrás, contemplando que quedaban tan pocos lobos, que sus tripas resonaron de el enojo. En cuanto se giró, pudo ver aquello tan reconocido. Era un refugio secreto, lo había construido hace 150 años, y ahora agradecía haberlo tenido en mantenimiento durante tanto tiempo.—Es aquí —comentó mientras se acercaba, dejando a Noemí un poco desconcertada. Lo único que podía verse, era una gran montaña, y solamente había césped. Pero lío, el alfa se acercó sin mucho a apuro. —¿Qué es esto? ¿quieres que estemos en
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