Me limpio las lágrimas de la cara. Este detalle que Ethan me dejó, es hermoso e inesperado. Hace mucho tiempo que no recibía flores, ni siquiera de Dalton. Arranco un pétalo y lo llevo hasta mi nariz. El perfume es exquisito. Tiemblo de emoción. Miro el ramo de flores y pienso en qué hacer con él, porque no tengo alma ni corazón para arrojarlo a cesto de la basura. Enciendo mi auto y emprendo mi viaje hacia mi apartamento. Dejaré el ramo, antes de encontrarme con mi novio. Experimentar todas estas cosas con Ethan, comienza a poner en duda mis sentimientos hacia Dalton y eso me produce angustia. Pensar en convertir esta relación en un triángulo amoroso, no es lo correcto y, mucho menos, cuando podría causarle un terrible daño a él y a nuestro compromiso. Ethan está prohibido para mí, incluso, reconociéndome a mí misma que me siento atraída por él como nunca lo estuve por mi prometido. Sin embargo, mi decisión ya está tomada y, sin duda alguna, mi elección siempre será Dalton. En meno
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