Valerie GhillLumbardi, pasó su brazo izquierdo por los hombros de Ashley, sacándola de la habitación. Noah y yo, nos quedamos observando la acción, mi amigo de infancia con su mandíbula apretada; al parecer no le agradaba tal situación, yo desvié la mirada, tratando de no darle importancia, aunque la realidad no era esa. A los minutos Ashley, ingresó con una sonrisa de oreja a oreja, llamando nuevamente la atención de Noah. Ashley, se acercó al pequeño de la emergencia y el niño, a pesar de que tenía sus ojitos bastante triste, observó a mi sobrina preocupado. Ella, lo tranquilizó y yo, me estaba llenando de curiosidad con respecto al pequeño.─ ¿El señor Lumbardi, ya se retiró? ─ Le pregunté a mi sobrina.─ Sí, se fue hace rato, ─ respondió ella sonriendo. Noah, levantó una de sus cejas y observó a su novia, bueno, yo pensaba que todavía eran novios.─ Es hora de retirarnos, en una hora viajamos para España, ─ le recordé a Ashley. Ella, respiró profundo, habíamos decidido rea
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