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Todos los capítulos de Ex esposa vuelve a mi: Capítulo 81 - Capítulo 90
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Capítulo: Barrera de amor
Meredith estaba sentada en una banca del jardín, Scott se acercó a ella, notaba que estaba llorando, y se sentó a su lado —Meredith, cariño, ¿Podemos hablar? Ella limpió sus lágrimas y lo escuchó —Sé que, estás sufriendo, que a veces los padres nos hacen sufrir, si de algo sirve, te diré que nunca lo hacemos adrede, los padres no siempre saben serlo, y es difícil aprenderlo, ser hijo es fácil; juzgar, pedir, exigir, pero, debemos tolerar, tu madre te ama, y tu padre también, pero no pueden estar juntos, el amor se acabó, y eso suele pasar, juzgas a tu padre con rudeza, pero, Melissa también se equivocó, y no somos nadie para juzgar a un padre, porque, todos somos humanos, pronto serás madre, y verás que no es nada fácil saber qué, cada paso que das, influirá en la vida de tu hijo, para bien o mal. Meredith tocó su vientre, y lágrimas calientes corrieron por su rostro —Lo sé, tío, pero, siento como, si mi padre, mi perfecto padre se hubiese roto ante mis ojos. —No obligues a tu pa
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Capítulo: Aliada
Scott estaba al borde de la cama, miraba a su pequeño bebé dormir, pero después, solo colocó el dosel sobre la cuna para dejarlo descansar, era tan pequeño y tierno, que a veces Scott se preguntaba como podía ser tan hermoso y ser hijo suyo, porque era tan perfecto y él no se sentía para nada de esa manera. El se sentó al filo de la cama, y pensó en su madre, ¿Cómo podría una mujer estar tan errada con su vida? Scott pensó en la suerte que él había tenido, tal vez su madre siempre fue una mujer amargada y cruel, incluso con él mismo y nunca lo notó, pero su padre estuvo ahí por suficiente tiempo para mostrarle que la vida era bella, que el amor se pagaba con amor, Scott supo entonces cuánto lo extrañaba y cuánta falta le hacía que estuviera ahí a su lado. Sintió unas pequeñas manos que se aferraron a su cintura y besaron su hombro —Mi amor, ¿En qué piensas? Ven a dormir. Él limpió una lágrima que corría por su rostro, y Valentina se enderezó de rodillas sobre la cama, para por fin
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Capítulo: Ojo por diente…
Valentina le miró severa, con ojos bien grandes, y se acercó a él, era como retadora, pero incluso ante ese gesto, Lucius pensó que era perfecta y hermosa —¿Por qué? Deberías responderlo por ti mismo, no te tengo miedo, Lucius, y estoy dispuesta a enfrentarte para proteger a estas mujeres y a quién sea de ti. —¿De mí? Querida, creo que estás actuando de un modo extremista —dijo con una sonrisa sutil en sus labios—. Yo nunca lastimaría a mi hijo, Love espera a mi hijo, así que… —Di lo que quieras, Lucius, pero estás advertido, protegeré a Love y a Lisa si tratas de lastimarlas, y mejor que no lo hagas, porque yo no soy mi madre, yo no creo en ti, yo no voy a ser buena contigo, te lo advierto. Lucius la miró sorprendido de su rudeza, y ella salió tan rápido, él bajó la mirada, era notable que las palabras de esa mujer le causaban dolor, porque para Lucius, Valentina era como si fuera una extensión de su madre, era como si fuera la misma Molly en otra vida, pero en esta, ella lo odiab
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Capítulo: La trampa los unió más
Lisa y Lucius volvieron a la mansión Brighton, y la joven se sentía mal, ella aún permaneció en el jardín, cuando Luicus entró en casa —¡Ni se te ocurra escapar! O no volverás a ver a tu hermana, jamás —sentenció Luicus Lisa se sentó en una banca del jardín y se echó a llorar, se sentía asqueada por lo que había hecho, cubría su rostro con sus manos y pensaba que era la peor persona del mundo «¡Soy lo peor! ¿Cómo llegué hasta aquí! Ojalá que ese doctor no siga las órdenes de Lucius, ojalá que ese maldito pague caro todo el daño que nos ha hecho a Love y a mí» pensó —¿Lisa? ¿Estás bien? —exclamó Scott al verla tan mal, él venía del granero luego de hablar —Sí —dijo ella limpiando sus lágrimas, pero su rostro seguía igual de desencajado —Si necesitas cualquier cosa, incluso hablar con alguien, recuerda que en mí y en Valentina puedes confiar. Ella sintió que no podía más, que estaba rota y necesitaba un refugio, de pronto solo se abalanzó a los brazos de Scott, y él se quedó perp
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Capítulo: Como si hoy fuera para siempre
Meredith fue a su alcoba, la fiesta continuaba abajo, pero ella sentía que su mente era un caos, se sentó en la cama y tocó su vientre, era una sensación tan extraña, las lágrimas cayeron por su rostro y Valentina entró observándola —¿Qué pasa? Meredith se levantó y la abrazó con fuerza —¡Val! Algo horrible —ella la miró asustada, necesitaba saber lo que sea, su mente estaba pensando en los peores escenarios—. Mi hijo no es de Esteban, la prueba de paternidad fue negativa, esté bebé es de Allen, él abuso de mí. Valentina sintió un frío que recorrió su cuerpo y sintió mucho miedo, de pronto Melissa entró, lo había escuchado todo —¡¿Qué dices, Meredith?! ¡Déjanos a solas, Valentina! Meredith miraba a su madre con ojos grandes, Valentina bajó la mirada y salió. —Hija… ¿Qué pasó? —exclamó y sollozo Meredith bajó la mirada y sintió su abrazo —Por favor, no me digas nada, madre… —Pero, ¿Le mentiste a Esteban? Ella le miró atónita —¡No! Nunca le mentiría, él sabe que mi hijo no e
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Capítulo: ¿Quién cree en ti?
Meredith no podía dormir, pensaba en las palabras de Diana, se tocó el vientre pensando en eso, de pronto ella escuchó como tocaron a su puerta, y abrió, observando a Esteban ahí, ella le permitió entrar —Hola —dijo él su sonrisa le parecía soñadora —Hola —dijo ella con menos ánimo —Te ves triste —dijo él al notarlo y caminó por la alcoba —He estado pensando sobre esto, Esteban, no sé si es lo correcto, he visto como las personas, incluso queriendo dar lo mejor de sí, al final terminan renunciando. Mira a mis padres, se casaron jurando amor eterno, ¿Dónde están ahora? Al borde del divorcio, me refiero a que, tal vez, no debería tener a este bebé —dijo con dolor Esteban se levantó como si fuera un resorte y la tomó de los brazos, acercándola a él, la miró con suplica, sus ojos eran tan dulces y pacientes —¡No lo hagas! He visto a mujeres que nunca pudieron procrear anhelando ser madres, además, dime, ¿No quieres tenerlo? ¿De verdad no quieres tener al bebé? —exclamó mirándola Me
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Capítulo: Declaración de odio
Diana se había cubierto el rostro, temerosa de ser golpeada, pero cuando vio a su hijo sintió alivio, y respiró profundo creyendo que era salvada. Lucius se zafó del agarre y miró a Scott con rabia, sus miradas se enfrentaron, Scott pudo sentir que veía en él un odio que nunca creyó ver, supo que era eso lo que tanto temía Valentina, y Lucius solo dio la vuelta alejándose de la mansión Brighton, mientras Diana miraba a su hijo, ella estaba pálida —Gracias, hijo —dijo Diana—. ¿Te das cuenta? ¡Ese es el monstruo que ocultaba de ti con su hipocresía! —¿Qué le dijiste para ponerlo así? —exclamó severo Diana le miró aturdida —¿Por qué piensas que yo soy la mala de esta historia? Scott, hasta cuando se caerá tu venda, y verás lo malo que es Lucius en realidad. —Tal vez, Lucius es cruel, tal vez es malo, pero eso no te convierte a ti en buena —sentenció con rudeza y la dejó ahí sola, mientras Diana estaba triste del resentimiento que Scott sentía por ella Más tarde, Valentina, Alicia
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Capítulo: Ya no eres mi hermano
Scott miraba con odio a Lucius, él estaba en el suelo, con la mirada baja, no podía ni mirarlo, aunque estaba ebrio, su mente lograba por fin entender acerca de la magnitud de lo malo que había hecho, no había vuelta atrás, y sentía que todo estaba arruinado, su máscara de maldad cayó y ahora todos lo veían como realmente era, ya no podía negarlo más, era como una presa, pensando en cómo huir de un depredador, pensaba en lanzarse como una bestia sobre Scott, pensaba en lanzarlo por las escaleras, acabar con él, pero Esteban, Kevin y Frank lo detendrían, Diana incluso lo haría, todos darían la vida por Scott, y él solo sería de nuevo el villano, resistía sus peores impulsos.Los demás habían enmudecido ante semejantes palabras de Scott, mirando a Lucius como si fuera un insecto que fuera venenoso—¡Lo sabía! ¿Estás contento ahora? ¡Eres un malnacido! —exclamó Diana con furia, observando con rabia a Lucius—¡¿Cómo pudiste?! Creí en ti, te abrí las puertas de mi casa, te acerqué a mi fam
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Capítulo: Un problema encubierto
Lisa estaba desesperada, caminando por el pasillo, mordiendo sus uñas con desesperación y frustración, solo rezaba pro su hermana, porque ella sanara, tanto Esteban como Kevin estaban dentro de la habitación revisando a Love. Meredith tocó el hombro de la chica y la miró compasiva —Tu hermana va a estar bien, ella es fuerte y valiente, tranquila, confía. Lisa miró los ojos de la chica y esbozó una pequeña sonrisa, asintió y limpió rápido sus lágrimas, pensó en su hermana Love, siempre siendo fuerte para ella, siempre cuidándola, incluso en su peor momento, ella fue buena para Lisa, la admiraba y la adoraba. Cuando Kevin y Esteban salieron de la alcoba, Lisa se apuró a preguntar por Love —Ella está bien, está estable y el bebé también, es muy importante que se mantenga tranquila, sin imprevistos, ni angustias, su presión arterial logró controlarse, pero si vuelve a subir, entonces, tendremos que llevarla al hospital, vendrá una enfermera que la cuidará día y noche, es mejor que el
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Capítulo: Un suspiro de amor
Frank y Esteban despidieron a Valentina y a Scott desde el jardín, verlos irse fue algo triste para Frank —La verdad, nunca pensé que llegaríamos hasta esto —aseveró —Se positivo, todo pasará, ellos volverán, está es su casa, son parte de esto. Frank asintió —Esteban, demos un paseo, quiero que hablemos. Esteban asintió y caminaron alejándose. —Ahora que pronto serás padre, comprenderás muchas cosas que ahora no lo haces, por ejemplo, que, un padre siempre trata de ser fuerte para su hijo, intentamos ser un roble, no demostrar debilidad, y eso es difícil, el peor de nuestro temor es saber que no estaremos por siempre, y dejar a nuestro hijo solo. Quiero saber si el día que me vaya mi hija estará segura a tu lado. Esteban le miró con algo de duda —Frank, yo amo a Meredith, la adoro a ella y a mi bebé, los voy a cuidar y los voy a amar, pero tú eres aún muy joven, podrás cuidar a tu hija y a tu nieto, por mucho tiempo Frank sintió que eso era imposible —Estoy enfermo, Esteban,
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