—Quédate callada secretaria de cuarta, crees que lamiéndole los zapatos a esta piojosa podrás adquirir un aumento de salario.Y ahí vienen los insultos, me caracterizo como una chica tranquila, pero cuando me encuentran, me encuentran.—Ja, al parecer la chica se le ha perdido algo, corazón, puedes llamar a seguridad, esta señorita no ha sido invitada a mi casa —lo último lo recalco, saboreando las palabras y levantando pecho.Ella puede ser la chica del año, ese tipo modelo, sin embargo, para ella y menos para mí conviene que esté en esta casa, es demasiado porque puede ser un problema para nuestra imagen.—¿Qué es lo que él vio en ti? —siseo entre dientes—, eres tan antipática, aburrida, ñoña y… No eres de su tipo, no podrías lograr ni un orgasmo, ¿hmmm? Mírate, ni a una mosca podrías hacer gritar de placer, estoy segura de que aquí hay gato encerrado—dice tras cruzarse de brazos y esas palabras me afectan, mi cuerpo automáticamente se tensa—, estoy segura de que llevas puesto calzó
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