Sam no pudo evitar sentirse decepcionado. "¿No le gusta, señorita McKinnon?"."No...". Deirdre frotó la cabeza del cachorro y este se acercó a ella cariñosamente para lamerle los dedos. "No puedo ver, así que me resultará muy difícil cuidar de él. Además... ahora vivo en casa de alguien, así que ¿cómo voy a tener una mascota sin el permiso de Brendan?"."Así que resulta que eso es lo que le preocupa, señorita McKinnon". Sam no pudo evitar soltar una risita. "No se preocupe. Me ocuparé de las necesidades diarias del cachorro. En cuanto al señor Brighthall, le informaré cuando se haya calmado. Es solo una mascota. No le importará"."No..."."No me rechace más, señorita McKinnon. En realidad, ya no puedo devolverle el cachorro porque la perra del vecino murió después de parirlo. El vecino no quería tener al cachorro por miedo a echar de menos a la vieja perra. Además, no estoy en casa la mayor parte del tiempo. Si no lo quiere, la verdad es que ya no sé lo que puedo hacer con él, seño
Leer más