Temblorosa, Julie observa como los cuatro hombres que la siguieron e intentaron robarla, esperan por ella afuera, en la acera frente a la tienda.Tiene miedo, ya que ellos en cualquier momento pueden hacer lo mismo que ella, adentrarse al lugar y aparentar de que algo compraran cuando no es así, para luego atacarla.Ahora, se arrepiente una y mil veces de haber salido sola de la casa de hospedaje. Debió aceptar cuando el señor Fabricio, el taxista, se ofreció a esperarla, pero no.Por terca y para no disque dar molestias no aceptó su generosidad y lo dejó ir. Ahora esta sola, aterrada, en un país que no conoce, mucho menos la zona donde se encuentra.Del terror, hasta se olvidó en qué municipio de la ciudad se encuentra.Quizo salir para comprarle un detalle a Marcos antes de verlo, en agradecimiento por el hermoso gesto que tuvo hacia ella.Pero nunca imaginó que su vida estaría en peligro. Milán no parece una ciudad peligrosa, al contrario, aparenta ser igual de segura que Londres.
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