—Bienvenido a la familia.Sus palabras claramente significan mucho para Taron, pero estoy concentrado en la pequeña señorita que nos mira con tanta curiosidad. Yendo hacia ella, me siento y tomo su mano en la mía.—¿Está bien si hablamos por un minuto? Ella se da vuelta, frunciendo el ceño.—¿Estoy en problemas?—¡No! —Taron se ríe—. En absoluto, nena. Solo queríamos hablar contigo sobre algo, saber cómo te sientes al respecto.—Está bien. —Asiente, mirándonos como un pequeño adulto.Aclarando mi garganta, tomo la delantera.—Dove, amas a tu papá, ¿verdad? —Ella asiente enfáticamente y yo sigo adelante—. Yo también amo a tu papá. Así que estábamos pensando, bueno, decidimos…Me quedo sin saber qué decir, e
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