Cap. 25: Pasión
—Sí, estoy bien, no tienes que preocuparte, Helena. Volveré cuando haya resuelto por lo que he venido —sentencia Víctor hablando por teléfono, volviendo en el auto hacia el complejo de cabaña mientras una fina llovizna comienza a caer.—¡No puedes culparme por estar preocupada, te fuiste sin que nadie supiese nada, ni siquiera tu dichosa mucama estaba en la mansión para poder dar una explicación! —protesta la mujer no gustándole el tono que su novio esta usando con ella.—Sí… pero soy un hombre grande y responsable, que no tiene que andar rindiéndole cuentas a todo el mundo cuando quiere hacer algo. Estoy bien, y con eso tendrá que bastarles —reclama el empresario cortando la llamada, sabiendo que quizás luego se arrepentirá de eso al tener que soportar las consecuencias, pero lo último que le interesa en ese momento es tener que lidiar con Helena.Aprovechando lo solitario de ese camino, Víctor avanza a muy poca velocidad, mirando cada tanto por la ventanilla el paisaje que lo rodea.
Leer más