Capítulo 4Me despierto con el estruendo de mi puerta siendo tocada, me duele un poco la cabeza, imagino que por el loco día que tuve ayer, me levanto y abro, me molesto y mi cabeza duele más al ver que es Rebeca.No me mires con esa cara – me pide, me maravilla su descaro¿Cómo pretendes que te mire? – le pregunto, me quito de la puerta para que pueda pasar dentro – siempre supe que al final eso me sucedería, tienes la costumbre de abandonarme en la primera de cambio, así que, si soy sincera, no me sorprendióOye, de verdad lo siento, ¿Cómo iba a imaginarme que algo así te sucedería? – me pregunta¿Cómo te enteraste? – baja la cabezaTe vi salir del bar con el hombre que conociste antes en el restaurante, cuando pregunté me contaron lo que había sucedido – me explicaMira – suspiro – no tenías siquiera que imaginarte absolutamente nada, por una cuestión de lealtad si estamos bebiendo y vas a abandonarme, al menos tienes que comprobar que me vaya a casa segura – es lo que hago siempre
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