Capítulo 51. Te perdono.
Alessandra…La ironía de una mentira necesaria, es ese momento exacto en que descubres que alguien conoce la verdad; porque a pesar de todo, igual te sientes como la mierda por mentir. Aun sabiendo que los cambios fueron necesarios, que las mentiras eran imprescindibles, no sé cómo mirar al anciano frente a mí. Uno que sabe más de mí, que yo misma, al parecer.Hay mucho que no recuerdo, para no decir que nada. Lo que fui antes de ese accidente es todo un misterio para mí. No obstante, confié a ciegas en las personas que se presentaron como mi familia cuando abrí los ojos en aquella cama de hospital.Mi abuelo, Giovanni Ferrara, lloraba con mi mano entre las suyas, lamentando la muerte de su familia. Yo no recordaba nada, pero algo en él se sentía tan cercano, esa sensación de estar en casa jamás desapareció. Y a su lado, estaba Daniel, mi hermano.La recuperación fue dura, porque luchar con una mente en blanco es insoportablemente doloroso. Sobre todo, porque la persona que debía ser,
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