PARTE DOS: PADRE DE UN HIJO NO NACIDOCAPÍTULO CINCONo importa qué tan fuerte siempre ella fuera, no importa qué tan fuerte ella se hiciera pasar ante la gente, siempre iba a haber algo ante lo que ella se sintiera un poco más vulnerable. Aquellos hombres que sabían conquistar a la mujer que fuera sin importar de quien se trataba. Y no era que ella hubiera caído ante los encantos de aquel hombre sino, era el miedo a que él fuera a hacer algo más en su contra.—Por favor, señorita Muriel, ¿por qué no me deja invitarle una copa? La verdad es que es muy difícil creer que una mujer, siendo quien es usted, se fije en los hombres que solo trabajan para usted.Andrea sonrió de manera débil,. —Por favor, creo que hablaremos de eso más tarde. —Dijo Andrea pasando a lado del hombre, con lo que no contaba es que él la tomaría del brazo sin permiso alguno haciéndola temer un poco más. Cosa de la que el hombre se dio cuenta, esta vez la tenía en su poder.Viendo todo desde su oficina, Fermín no s
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