PARTE UNO: LA TRAICIÓN CAPÍTULO DOCE Quince minutos más habían pasado desde el momento en que Victoria había llegado a la escuela pero gracias a Richard, tuvo que detener sus clases mientras otra de las maestras se hacía cargo de ellos.¿Quién era la persona que cuidaba con ella con tanto fervor? Quizá la misma persona que no le podía ofrecer mucho, pero sí la protección de un hombre, el amor de un hombre, el amor de un padre para su hijo y quizá, estabilidad económica. Cosa que no veía Victoria con tanta claridad debido a todo el dolor que había pasado. Para ella, todo lo que tenía en el mundo era a su pequeño hijo, el hijo que nació de un milagro. —Listo, ya está listo —dijo Richard, levantándose del suelo debido a que había curado la herida de su amiga.—Gracias, Richard, pero no debiste de haber hecho eso. Ya estoy bien, no te preocupes de nada.—Pero tú nunca me dijiste que fue lo que te pasó. ¿Te caíste o qué pasó? —Continuó Richard preguntando.Fuera lo que fuera, ella no qu
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