¡Linda tu abuela! Puse mi expresión, dé una palabra más, y te romperé la cara. El tipo se alejó, ella soltó la mano. Cerré mis ojos, con lo bella que estaba, me gustó mucho el no verla flaca. Me gustan rellenita con carnes donde debe tenerlas para tocarlas y ella estaba más que perfecta… deja de pensar o se te va a parar de nuevo. No me dirigió la palabra en el resto de la cena, íbamos de regreso a la casa y Bodoque no dijo ni púdrete. Mientras en el trayecto me deleité mirándola, cada parte de mi cuerpo vibraba al verla, la necesita, la reclama, he guardado celibato y al no verla era más fácil. No obstante, ahora, cuando la tenía cerca, la veía más bella que nunca, su aroma era una droga, una vez más volvía a hacer mi afrodisiaco. ¡Me va a quedar muy difícil! Necesito besarla, acariciarla, y romper la abstinencia, estaba sediento por fundirme en ella. Me acomodé el pantalón, la tenía al lado, Ricky iba conduciendo el auto de Betty, Catalina miraba por la ventana, Cadie en la mitad
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