41. ¿Y si se había marchado?
No encontrarla le causó cierto temor, su estómago parecía retorcerse y mil pensamientos cruzaron por su mente todos a la vez, por lo que no tardó en llamarla, evitando caer en pánico.—Lia, cariño...— sin embargo, Lia no respondió, por lo que si entró en pánico.Evan se levantó de la cama rápidamente caminando hasta el cuarto de baño, su corazón latía de manera acelerada, tan acelerada que parecía que se le iba a salir del pecho, era como un caballo desbocado en medio de una estampida.Casi corrió hasta la puerta del cuarto maldiciendo por haberse quedado dormido, sus pasos rápidos se dirigieron hasta la cocina, a lo mejor Lia se había levantado para hacer el desayuno. Se sintió un tonto por temer, más volvió a desestabilizarse en cuanto notó que no había nadie en la cocina, ¿dónde podría estar Lía? ¿Y si se había marchado?Pensó Evan caminando hacia la estancia, sin ningún tipo de respuesta.El gran CEO frío e imperturbable parecía no serlo, al menos no en ese momento que ya empezaba
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